El mercado apuesta por la directora creativa de Céline (LVMH) para potenciar la marca Burberry

Christopher Bailey saldrá este mes de marzo de la presidencia y la dirección creativa de Burberry tras casi 20 años en el cargo. De momento, hasta que se haga la transición directiva, Bailey diseñará aún la colección P/V 2018. En las quinielas suena el nombre de Phoebe Philo, que ya ha trabajado con Gobbetti en Céline, para sustituir al director creativo.

El presidente ejecutivo, Marco Gobbetti, ha señalado la gran labor de Bailey dentro de la compañía famosa por sus gabardinas y ha afirmado que, tras la salida del director creativo, “abrirán un nuevo capítulo en la marca y acelerar el crecimiento”.

Según Business of Fashion, la búsqueda de reemplazo ya ha comenzado de manera oficial y en las quinielas suena el nombre de Phoebe Philo, que ya ha trabajado con Gobbetti en Céline.

Philo sigue al pie del cañón de la firma Céline, aunque según la misma publicación especializada en moda, el grupo LVMH ya estaría entrevistando a posibles candidatos que sustituyan a la directora creativa. Un hecho que ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que Philo esté preparando su partida del grupo del lujo francés. El conglomerado no desmintió la partida de la directora creativa.

El analista Mario Ortelli, de Sanford Bernstein, ha explicado que “Philo solía trabajar con Marco Gobbetti y se conocen muy bien. Es una gran figura y es una buena opción para el puesto”. Señalan que el tándem Philo y Gobbetti sería perfecto para elevar la marca Burberry, una combinación perfecta para crecer. “La asociación exitosa que hubo entre ambos convierte a Philo en una candidata potencial adecuada”, han comentado fuentes de Citi.

Se espera que Gobbetti trace un nuevo plan estratégico a partir del próximo 9 de noviembre, este martes las acciones de Burberry han cerrado en negativo en la Bolsa de Londres con un retroceso del 1.4%.

Bailey llegó a Burberry de la mano de Rose Marie Bravo en 2001, un año en el que la empresaria fue reclutada para hacer renacer la marca. Tras su salida en 2006, Bravo nombró a la Angela Ahrendts, a quien Bailey conocía de su etapa en Donna Karan.

Durante más casi una década la pareja de Ahrendts y Bailey lograron relanzar la británica y hacer de ella una marca de lujo que había dejado de lado las licencias. Además, bajo el mandato del todavía director creativo Burberry supo aprovechar al máximo las ventajas de las redes sociales y tenía un compromiso con las nuevas tecnologías transmitiendo en vivo sus desfiles.

Una nueva estrategia que puso a la británica en la órbita de las grandes firmas de lujo francesas e italianas, tras una oscura etapa en la que Burberry había bajado de escalafón. Sin embargo, la estrategia pronto se quedó obsoleta y lo que en un momento fue innovador resulto quedarse antiguo.

De nuevo, todo sonaba a lo mismo y Burberry había agotado su capacidad de innovar y crear sorpresa entre el público. En 2014 Ahrendts se retiró y pasó a formar parte de Apple y Bailey fue nombrado presidente de la sociedad.

Un momento en el que se dieron todas las variables para que algo saliera mal, casi nunca funciona en las compañías de moda que el director creativo acapare también la presidencia. Si me permiten el refrán, el que mucho abarcar poco aprieta. Esto es precisamente lo que el mercado ha visto en Bailey en los últimos años, además, los ingresos bajaron y las ganancias operativas cayeron un 21% en el último año fiscal.

De momento, la transición está servida en Burberry, aunque según Business of Fashion, la salida del director creativo la habría forzado el mismo Gobbetti al asumir la dirección ejecutiva a principios de octubre.